31 agosto 2011 Oswaldo Pulgar Pérez || DespertaresCuando decidir es lo importanteEn un monasterio budista de los Himalaya, uno de los monjes guardianes amaneció muerto. Le hicieron los rituales tibetanos correspondientes llenos de profundo misticismo.Sin embargo, era preciso que algún otro monje asumiera las funciones del fallecido. El gran maestro convocó a todos los discípulos del monasterio para determinar quién ocuparía el honroso puesto de guardián. El Maestro colocó despacio una lujosa mesita en el centro de la sala en la que estaban reunidos y encima colocó un fino jarrón de porcelana, y dentro colocó una rosa amarilla de extraordinaria belleza. -He aquí el problema. Asumirá el puesto de Honorable Guardián de nuestro monasterio, el primer monje que lo resuelva. Todos quedaron asombrados mirando aquel jarrón tan valioso con una flor dentro. Los monjes, intrigados, permanecían en el más respetuoso silencio. ¿Qué representaría ese bello jarrón con flores? ¿Qué hacer con él? ¿Cuál podría ser el enigma encerrado en tanta belleza? ¿Simbolizaría acaso las tentaciones del mundo? ¿Podría ser algo tan simple como que la flor necesitaba agua? En un momento determinado uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y con un solo golpe destruyó el jarrón y la flor. Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Alguien se ha atrevido no sólo a solucionar el problema, sino a eliminarlo. Honremos al nuevo guardián del monasterio". En realidad poco importa cuál sea el problema. Si es un problema, hay que eliminarlo. La moraleja es clara: a veces somos muy indecisos y no enfrentamos los problemas. Desde luego, a veces habrá que reflexionar un poco, pues quizá no será prudente eliminarlo de inmediato. Sin embargo, recordemos que, posponer la solución de un problema muchas veces quiere decir agrandarlo. opulgarprez6@gmail.com |
Años he invertido en investigar sobre la ciudad donde naci y nadie ha publicado lo encontrado, porque no conviene a figuras falaces que usan el arte como un medio de enriquecimiento y proyección de su ego. ¿Es tan difícil ser sincero en un país de verdades a medias y en una ciudad de doble moral sin pasar por loco? Gracias a Dios que el verdadero corazón e intenciones del hombre son las que valdrán a la hora del final de los tiempos en los ya estamos inmersos.
Yo soy
jueves, 1 de septiembre de 2011
Posponer la solución de un problema muchas veces quiere decir agrandarlo.
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