Yo soy

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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Yo también tengo mi historia

A los mercenarios
CAROLINA GÓMEZ-ÁVILA |  EL UNIVERSAL
miércoles 21 de septiembre de 2011  09:08 AM
La historia contemporánea adquiere otro sentido cuando se recuerda como parte de la tradición familiar.

Mi mamá era de ascendencia portuguesa y de Guárico mi papá encargado del famoso restaurante
"La Línea" en San Blas al que vino a comer hasta el Presidente Rómulo Btancourt, era adolescente 
cuando el gobierno de Medina Angarita "concedió" el derecho al voto a las mujeres (pero sólo en elecciones municipales porque no eran "suficientemente responsables"). En el período de Betancourt enderezaron un poco el asunto pero tenía que ser mayor de 21 años, mayoría de edad distinta a los 18 de los varones.

Mi fecha histórica fue 1982. La reforma del Código Civil de ese año, propulsada por Mercedes Pulido de Briceño, durante el gobierno de Herrera Campíns, me convirtió en mayor de edad, a pesar de que los 18 los había cumplido pocos meses antes. La mía porque entré a trabajar en la Biblioteca Pública
"Dr. Manuel FeoLa cruz2, cargo que le dejé a Cecilia y al Cino Tin Marín, para irme becado
a Cuba a la escuela Santiago de los Baños con García Márques de profesor.

Después de eso, recuerdo que en 1993 Copei experimentó con unas primarias abiertas, en las que Oswaldo Álvarez Paz ganó -precisamente- al que las propuso: Eduardo Fernández (fiero destino el suyo, dirá más de uno). Yo me graduaba en la UC de la profesión "estable" de Ingeniero Mecánico que compartí con mi trashumancia y bohemia
como alumno y actor con el maestro EduardoMoreno en la Escuela de Teatro Ramón Zapata,luego
enel IUDET de Caracasdonde
me gradué y gracias al coge culo de las escuelas de arte y la Secretaría de Cultura del Estado Carabobo desde siempre, me
convertí en un carajo que no se callaba y por ende "problemático" y el cargo super merecido de docente 
NUNCA SE ME OTORGO  debidoa que Nadia 
Colasante y luego Fabiola Sequera, Directoras de las Escuelas de Arte de los Salas, la primera y de 
Acosta Carlez la segunda NUNCA me dieron en firme aunque trabajaba como un burro sin paga,

porque no les convenía ante los sigüies de ellas como Jesús Mercado, Carolina Sonsola y 
Miguel Contreras que nadie sabía qué vaina eran ideológicamente y culturamente, porque siendo
escuálidos se vendían como chavistas, sobre todo la Sonsola amiga de Laurita Antillano.
La miseria de no tenr sueldo ni cargo después que me regresé de Cuba lleno de ilusiones me llevó
a aceptar ya a los 50 años ejercer como Ingeniero Mecánico en una compañía de un abogado 
penalista compadre y amigo, que
me ha llevado a ser un preso de Rodeo I. siendo un bolsa inocente.


Ahora, en 2012 se realizarán -obedeciendo el artículo 67 de nuestra Carta Magna- las primarias de los partidos políticos que se unieron para adversar al oficialista (que no cumplirá el precepto constitucional).

No he militado en partido político alguno. Y la verdad es que tampoco me apetece hacerlo ahora. Pero tengo una clara sensación de que -si Dios me permite concurrir a ese acto- estaré participando en otro de esos hitos de tradición familiar que alguien estudiará como Historia Contemporánea de Venezuela.

Sí, iré a respaldar que las dichosas primarias existan aunque no me guste especialmente alguno de los precandidatos. Votaré por alguno, haré mi parte: rubricar (es la primera oportunidad que tendremos de hacerlo) algo verdaderamente novedoso y democrático de nuestra Carta Magna.

Iré repitiendo esperanzada -como si fuera una jaculatoria- aquella frase atribuida al sociólogo Karl Popper: "Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia".

Y no me callaré si aparece algún mercenario que quiera robarnos nuestro ejercicio ciudadano. Habrá que advertirlo a los que apuestan al caos, a los políticos que están activos sólo "si es necesario", a los que insinúen o declaren abiertamente estar en una jugada que nos estafe esta suerte de primera base de la recuperación democrática.

Creo que no se dan cuenta de que sus aspiraciones, por legítimas que sean, ya nos fueron entregadas en administración. Primero por incompetentes, segundo por legislar sin medir las consecuencias y tercero porque ya nos dimos cuenta.

Lo diré de esta forma: las primarias no son de ustedes, ¡son nuestras!

Candidatéense los que quieran, cumplan las reglas sin chistar y acostúmbrense, porque los que no sabemos de política y les repudiamos por habernos metido en este berenjenal, nos inmiscuiremos en algo que antes resolvían en una amigable mesa escanciada con escocés.

Léanlo bien: no habrá aclamaciones, ni jugarretas, ni muertes súbitas que especular.

Habrá primarias.

Anótenlo en sus agendas y acudan como haremos los demás, redimiendo nuestras culpas con ejercicio ciudadano.

@cgomezavila

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